PSICOLOGÍA PERINATAL

La Psicología Perinatal abarca un proceso que da comienzo en el momento en el que te planteas la maternidad o paternidad, hasta los primeros años de crianza del bebé, caracterizado por el gran impacto emocional en la familia, provocando crisis vitales que pueden verse reflejadas en la salud mental del bebé.

El proceso que a veces parece corto, consta de diversas fases que forman un todo y nos pueden llevar a la confusión, sin saber exactamente cuándo puedo o debo acudir al psicólogo.

  • La primera fase engloba el deseo de ser madre o padre, momento donde se observa el ansia de familia por cumplir su deseo, determinado por sentimientos de esperanza, incertidumbre, preocupación, estrés, ilusión, ambivalencia. En esta fase se trabaja todo aquello que puede alterar el bienestar emocional.
  • La segunda fase abarca el momento de preconcepción o concepción, en ella se realiza un acompañamiento (sobre todo a la mujer) ante situaciones que generen sintomatología ansiosa; así como en los casos en los que se producen pérdidas, prenatales o perinatales, con efectos devastadores en la salud mental de la madre, padre o pareja, hijos y resto de la familia.
  • La tercera fase es una de las más esperadas, formada por los meses de embarazo y así como el momento del parto, en la cual se dota de estrategias psicológicas que aumenten las confianza en las familias, y les permitan llevar el proceso con la máxima calma y entereza posible.
  • La cuarta y penúltima fase es el postparto y peuperio, en ella se trabaja el acompañamiento durante el postparto, llégando a intervinir en momentos más complejos como la prematuridad, separaciones tempranas, partos traumáticos, depresión postparto o dificultades de adaptación ante la nueva situación familiar.
  • Por último, la crianza, donde abordamos temas como la parentalidad, estilos de crianza, gestión de emociones, etc.

¿EN QUÉ MOMENTO PODEMOS OFRECERTE AYUDA?

  • Dificultades de la concepción.
  • Miedos y preocupaciones durante el embarazo.
  • Dificultades perinatales.
  • Depresión pos-parto.
  • Problemas de adaptación maternidad o paternidad.
  • Problemas de adaptación en la relación de pareja tras el nacimiento del bebé.
  • Desarrollo vínculo seguro con el bebé.
  • Dificultades en la lactancia.
  • Pérdida gestacional o duelo perinatal.